domingo, 3 de mayo de 2009

Para leer y reflexionar

Los grandes hombres hablan sobre ideas, los hombres promedio hablan sobre cosas, y los hombres pequeños hablan sobre...otros hombres.
Cirujanos y maestros en el siglo XXI
Una situación interesante para reflexionar es la siguiente: supongamos que un cirujano de principios de siglo XX, fallecido alrededor de 1920, se despertara hoy y fuera trasladado al quirófano de un hospital moderno. En la mesa de operaciones hay un cuerpo anestesiado al que están operando con la tecnología actual más moderna.
¿Qué haría tal cirujano? ¿Qué sensaciones tendría? Claramente el cuerpo de un humano no cambió. En ese aspecto no habría problemas. El problema lo encontraría en las "técnicas quirúrgicas", la "paratología" , "el instrumental" y la "batería de test" que estarían a disposición del equipo médico presente en la sala. Eso sí sería una diferencia. Posiblemente el viejo cirujano se quedaría "admirado" de lo que ve y completamente "fuera de foco". Le explicarían el problema del paciente, y seguro que lo entendería. No tendría problemas de comprender el diagnóstico. Pero la operación en sí misma le resultaría totalmente inaccesible.
Ahora cambiemos la profesión. Supongamos que en lugar de un cirujano que vivió y murió en el primer cuarto del siglo XX, resucitaramos a un maestro de esos tiempos. Y lo llevaramos, no a una sala de operaciones, sino al teatro de operaciones de un maestro: una sala donde se dictan clases. A un escuela.
¿Tendría problemas de comprensión?¿Entendería de lo que se está hablando?¿Comprendería las dificultades que presentan los alumnos? (No me refiero a los trastornos de conductas, sino a los problemas ihnerentes a la comprensión propiamente dicha.)
Posiblemente, la respuesta es que sí, que el maestro de otros tiempos no tendría problemas en comprender y hasta podría, si el tema fuera de su especialidad hace un siglo, acercarse al pizarrón, tomar la tiza y seguir él con la clase casi sin dificultades.
Moraleja: la tecnología cambió mucho el abordaje de ciertas disciplinas, pero no tengo claro que
lo mismo se haya producido con los programas y métodos de enseñanza. Mi duda es: si elegimos no cambiar nada no hay problemas. Si evaluamos que lo que se hace desde hace un siglo es lo que queremos hacer hoy, no hay críticas. Pero si lo que hacemos hoy es lo mismo que hace un siglo, porque lo revisamos poco o lo consensuamos menos, hay algo que funciona mal. Y vale la pena cuestionarlo.

2 comentarios:

  1. Lamentablemente es lo que vemos en la educación, un gatopardismo. Coincido en que se hace lo mismo porque se revisa poco (o nada) y no se consensúa. Pero creo que esta realidad es el resultado de políticas minuciosamente orquestadas.

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  2. Estoy de acuerdo con el comentario de María Verónica, aunque prefiero pensar que tal vez estemos atravesando una etapa de transición y el verdadero cambio llegue con el tiempo.
    Me gustó la analogía del médico antiguo que despierta en la actualidad: es muy clara para explicitar la idea que querés transmitir.

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